España en la final sub17

Fue en la prórroga cuando se decantó la balanza a favor del equipo español, cuando con los cambios introducidos por Santisteban todo parecía indicar que se conformaba con el empate y jugárselo todo a cara o cruz en la tanda de penaltis -craso error a mi juicio, más aún sabiendo el poco nivel de la portería en España-. Sin embargo, a pesar de parecer un poco conformistas e incongruentes, las sustituciones dieron la razón al técnico español y uno de los que salió de refresco, el lateral izquierdo Ángel Martínez, lanzó un tremendo zurdazo desde fuera del área para decantar la eliminatoria. Antes ya habían ocurrido muchas cosas sobre el campo.

La primera mitad fue totalmente dominada por la selección holandesa, que sufrió mucho desgaste, y en una gran acción colectiva trenzada entre Castillion, Cabral y Rodney Sneijder llegó el tanto de éste último. Las cosas se ponían mal para España, que estaba siendo incapaz de llegar y tampoco podía dominar. Demasiada distancia hasta el área rival de los futbolistas, tampoco ayudaba que nuestro delantero Rochina bajase continuamente a recibir incluso hasta el centro del campo, y facilitase de paso el trabajo de la selección holandesa para cubrir a Thiago. En esta situación pienso que lo más acertado hubiese sido cambiar a los extremos de banda de forma más continuada en busca de las diagonales interiores o desmarques de ruptura ante cualquier pase en profundidad.

En la segunda mitad todo el panorama cambió, la selección española salió enchufada desde el comienzo, se tuvo la posesión de balón y algunas ocasiones, aunque seguía faltando "punch". Aparecieron los que debían hacerlo -Thiago, Canales- pero fue, como viene sucediendo a lo largo del torneo, tras una jugada a balón parado -saque de esquina en esta ocasión- cuando Pulido logró el gol que pondría el empate a uno en el marcador, gracias a una gran asistencia de Thiago. España entonces se relajó y aunque siguió dominando tuvo que disputarse la prórroga.

Francia espera en la final